¿Se puede prevenir?
La otitis externa es una inflamación e infección aguda de la parte externa de los oídos. Es común en quienes concurren frecuentemente a piletas de natación. De aquí que se la conoce también como otitis de pileta. Las causas que predisponen a la misma son la maceración de la delicada piel del conducto auditivo externo en contacto con el agua, el rascado o el uso de hisopos en el auditivo externo.
Los síntomas más frecuentes son el dolor en la región del oído, que aumenta al movilizar el pabellon auricular, la sensación de oido tapado, la picazon y, en algunas ocasiones, la salida de material purulento por el conducto auditivo externo.
El tratamiento consiste en la limpieza exhaustiva del conducto aditivo externo por el otorrinolaringólogo bajo visión microscópica y la instilación de gotas que contengan antibiótico y antiinflamatorio por un periodo entre 7 y 10 dias. Cuando la infeccion compromete el pabellón auricular, en pacientes añosos, diabéticos o inmunosuprimidos se agrega un antibiótico por vía oral. Durante este periodo, es muy importante evitar el ingreso de agua al conducto usando como tapón un algodón embebido en vaselina líquida durante el baño o el lavado de cabello.
¿Cómo prevenir la otitis externa?
Evitar el uso de hisopos en el conducto auditivo externo.
No limpiar el conducto usando las uñas o mediante clips, tapitas de bolígrafos o llaves, ya que éste posee un mecanismo de auto limpieza.
Secar el pabellón auricular suavemente después del baño con una toalla sin introducirla bruscamente en el conducto.
Colocar en cada conducto una gota de alcohol puro común (alcohol etílico 96%) al salir de la pileta. Antes de llevar a cabo esta maniobra, consultar a su otorrinolaringólogo porque se encuentra contraindicada en algunos casos.