Muy útil para sostener la autonomía y evitar caídas, el bastón requiere de un pequeño aprendizaje para evitar «sacarlo de paseo». El desafío de aceptar su uso para mantenerse activo e independiente. “El bastón se indica en pacientes que tengan dolor en alguna articulación del miembro inferior (pies, tobillos, rodilla, cadera). Y actúa reduciendo la carga sobre la pierna afectada para permitir una marcha más estable”.
¿Cómo yo voy a usar bastón?
Uno de los secretos para un envejecimiento exitoso es intentar lograr la máxima independencia en todas las actividades de la vida diaria. A veces, lo que permite movernos se transforma en un eslabón crucial en la vida, como destaca la reconocida frase “Mi reino por un caballo”.
Sin embargo, algunas personas se resisten a incorporar el bastón en su marcha, a su forma de desplazarse. Y muchos pacientes “lo agarran” solos pero sin saber cómo utilizarlo correctamente o pensando que cualquier modelo da lo mismo.
Otro problema es el de los “bastones humanos” (que pueden ser los miembros de la familia, amigos o vecinos), ya que generan gran dependencia en poco tiempo. “En cambio, el bastón está para nuestro servicio y ayudará a mantenernos independientes”.
¿Cómo debe ser el bastón?
De aluminio, liviano, con altura regulable, regatón de goma (que no esté seca o dura) y mango en “T”. Los hay simples o de cuatro patas. ¡El paraguas no es un bastón! Tampoco el changuito de las compras.
Al comienzo hay que aprender. Como todo en la vida, al principio hace falta un pequeño aprendizaje para evitar llevarlo “de paseo” o, incluso, usarlo de tal manera que pueda entorpecer la marcha o provocar una caída inesperada.
¿Cómo utilizar el bastón correctamente?
Funciona como un tercer punto de apoyo. En la marcha -llamada ahora de tres puntos- se apoya primero el bastón, luego la pierna afectada y finalmente el miembro sano. ¡1, 2, 3!
- El bastón va en la mano contraria al miembro inferior que tiene dificultades. Avanza primero el bastón.
- Luego dar el paso con la pierna afectada (en esta foto es la pierna izquierda).
- Finalmente, avanza otra pierna.
Al mejorar la coordinación con la práctica, el bastón y la pierna afectada se mueven en un mismo tiempo para lograr mayor destreza.
La familia, un timón en la vida del adulto mayor. Si bien, en esta etapa de la vida, es importante mantener la independencia, el rol activo de la familia será de gran ayuda como acompañamiento o facilitador de las necesidades del adulto. Por ejemplo, estimulando la actividad social, colaborando en adaptar el hogar a las necesidades del momento y trabajando en equipo con el médico.
Después de una caída, recuperar la confianza. En el gimnasio, los pacientes que llegan para rehabilitación, trabajan con el equipo de kinesiólogos tanto en lo físico como en lo anímico. Por un lado, se busca mantener la movilidad articular y mejorar la fuerza muscular, también mejorar el equilibrio y la coordinación. Y, al mismo tiempo, recuperar la confianza a través de diversos ejercicios. Incluso se recrea la situación de caída y se enseña la técnica para levantarse en forma independiente. De este modo, se busca evitar el miedo a volver a salir solo por temor a otra caída.